El Real Madrid disputa este viernes el encuentro de la 12ª jornada de la Liga ante el Valencia en Mestalla. El choque fue reprogramado por culpa de la trágica DANA que afectó la Comunidad Valenciana. Así, los blancos debutan el año 2025 en casa de un Valencia en crisis. En descenso, el equipo valencianista recibe al Madrid en un contexto muy delicado y su afición se lo ha hecho saber.
Durante los 19 primeros minutos del partido entre los dos equipos, una parte de las gradas del estadio de Mestalla de Valencia estuvieron vacías. El motivo es una protesta en contra de Peter Lim, propietario del Valencia, y de los resultados deportivos (y económicos) de la entidad valencianista.
Mestalla, harto de Peter Lim
La protesta es fruto de ‘Libertad VCF’, una asociación de aficionados del Valencia. Ante la frustración de la mala gestión del empresario singapurense Peter Lim, el colectivo ha tomado drásticas medidas para mostrar su malestar con la directiva. Si ya las pancartas eran claras, con mensajes de «Lim Go Home» (en español: «Lim, vete a casa»), ahora la afición ché ha querido actuar de manera contundente.
Inicialmente, ‘Libertad VCF’ propuso la idea de abandonar el campo en el minuto 19 de partido. Una idea que no fue bien recibida por el resto de aficionados. «Oyendo a los valencianistas que nos han pedido que suavicemos la medida de vaciar Mestalla y con el fin de evitar que se regalen pases y entradas, vamos a pedir al valencianismo que permanezcamos fuera durante los primeros 19 minutos de partido, para que así se vea una grada sin gente», explicaba en un comunicado el presidente del colectivo José Pérez.
Por lo tanto, ‘Libertad VCF’ y su presidente José Pérez modificaron la propuesta. «En el minuto 19 accederemos al estadio para animar y protestar contra el palco. Esta medida va más allá de los tres puntos que hay en juego e incluso del descenso del equipo. El Valencia corre un riesgo muy superior a lo que es el bajar a Segunda División y lleva así diez años desde la llegada de Peter Lim, que solo mira por sus intereses», zanjaron.
La situación crítica del Valencia
El Valencia atraviesa una crisis institucional y deportiva que alcanzó su punto álgido el 19 de diciembre durante la Junta General Ordinaria de Accionistas 2024. La reunión apenas duró 10 minutos y fue suspendida debido a las protestas masivas de los accionistas minoritarios, cuando la presidenta Lay Hoon Chan intentó abrir la Junta siendo recibida con abucheos inmediatos. «¡Fuera, mentirosa! ¡Solís, canalla, fuera de Mestalla!», llegaron a gritar alguno de ellos.
Por su parte, el secretario del consejo Germán Cabrera, que ya tenía previsto un plan de contingencia. «Empezamos la junta normal y si la cosa se pone mal, paramos y pasamos directamente a la votación», relataba. Y sucedió. Diez minutos bastaron para que los consejeros abandonaran el escenario por el túnel de vestuarios, agravándose la situación cuando el club decidió realizar las votaciones de manera telemática a través de los auriculares destinados originalmente para la traducción sin haber explicado los puntos del orden del día.
Mientras que los accionistas denunciaban la ilegalidad del procedimiento y que la notaria Ana Julia Roselló insistía en dar la Junta por constituida, la crisis deportiva del club sigue cuesta abajo y sin frenos. El Valencia ha gastado casi 10 millones de euros en la destitución de Rubén Baraja y en la llegada de Carlos Corberán. Una cantidad que contrasta con los apenas 1,35 millones invertidos en fichajes durante el verano, siendo esta gestión económica duramente criticada especialmente considerando que Peter Lim había anunciado que no invertiría más en el club.